[2]NOCHEBUENA
Edgardo Rafael Malaspina Guerra
I
Es
un cuento de navidad con nieve, una bruja que vuelan en escoba y atrapa
estrellas, y el diablo tratando de robar la luna. También es una historia de
amor. Los hechos narrados ocurren durante el reinado de Catalina II en el
pueblo ucraniano de Dikanka.
En
la última noche antes de Navidad el diablo decide robar la claridad para
estropear la fiesta sagrada de la gente. En el cielo se encuentra con la bruja
Solokha.
Vakula
está perdidamente enamorado de Oksana, la chica más hermosa del pueblo. La
belleza está muy orgullosa por la
atención masculina y atormenta de todas las formas posibles al desafortunado
herrero.
Mientras
tanto, el padre de Oksana, el viejo cosaco Chub, se dirige hacia Solokha. La
viuda ya está hospedando al diablo, quien, al ver a Chub, se esconde en un
costal.
La
juventud rural sale a las calles cubiertas de nieve, comienzan los alegres
villancicos. Oksana, delante de todos, declara que se casará con Vakula si le
consigue las zapatillas de la zarina. El herrero con pensamientos tristes se
va a casa, agarra las bolsas y se dirige a Oksana, pero ella se burla de él. Con
dolor, Vakula decide ahogarse. Afortunadamente para él, conoce al astuto
Patsyuk, quien le dice quién está sentado detrás de él en una bolsa es el
diablo.
Vakula
ensilla al diablo y le dice que vuele a Petersburgo. La historia de un herrero
enamorado toca a la emperatriz, y ella le regala sus zapatillas Vakula regresa
a casa y encuentra la felicidad con Oksana.
II
El
propio Gógol a menudo participaba en villancicos y en la celebración misma de
la Navidad. Siendo un creyente, Nikolai Vasilyevich demostró en su obra la
presencia de una fuerza invisible que lucha por el alma humana.
III
Vakula
es odiado por el diablo porque el herrero lo pintó y lo ridiculizó en un Juicio
Final en la pared de una iglesia.
IV
Una
vez en San Petersburgo, el herrero llega a los zaporozhianos, a quienes conoció
en otoño, cuando pasaban por Dikanka. Con la ayuda del diablo, se asegura de que
lo lleven a ver a la reina. Maravillado por el lujo del palacio y la
maravillosa pintura, el herrero aparece frente a la zarina, acompañado por Potenkin,
y le pide sus zapatos reales. Conmovida por la sencillez del herrero , la
zarina e regala sus zapatillas.
Frases:
1
El
último día antes de Navidad había acabado. Llegó clara la noche de invierno.
Salieron las estrellas. Se alzó grandiosa la luna en el cielo para iluminar a
las buenas gentes y a todo el mundo, para que disfrutaran de salir a cantar
koliadki1 y a alabar a Cristo.
2
La
luna sólo echaba miradas a escondidas, como si así invitara a las mozas
engalanadas a salir cuanto antes a la crujiente nieve.
3
Por
la chimenea de una cabaña empezó a salir un humo denso a bocanadas, y avanzó
por el cielo como un nubarrón. Y junto con el humo subió una bruja en su escoba.
4
¡Todos
quieren ser alguien! Y, sin embargo, podría apostarse que a muchos les parecerá
sorprendente ver al diablo permitiéndose hacer las mismas cosas.
5
¿No
se me quitará de la cabeza esta inútil Oksana? - dijo el herrero, - no quiero
pensar en ella; pero pienso, como a propósito, sólo en ella. ¿Por qué es que un
pensamiento se cuela en la cabeza de uno en contra de su voluntad?
6
No
estaba cegado por la riqueza del palacio, sino por la habilidad de los
desconocidos cientos y cientos de Vakula e Ivanov, quienes crearon toda esta
belleza artificial de las cámaras del palacio.
7
Arriba
todo brillaba. El aire era transparente en una ligera niebla plateada.
8
Todo
era visible, e incluso se podía notar cómo el hechicero, sentado en una olla,
pasaba junto a ellos como un torbellino; cómo las estrellas, reunidas en un
montón, jugaban al escondite; cómo todo un enjambre de espíritus se arremolinó
a un lado como una nube; cómo el diablo, danzando a la luna, se quitó el
sombrero al ver a un herrero galopando a caballo; cómo voló la escoba que
volaba, en la que, al parecer, la bruja acababa de ir a donde tenía que ir...
9
El
artista deberá saber que detrás de él hay héroes como el herrero Vakula, los
inflexibles defensores de su tierra natal Taras Bulba y su hijo Ostap.
10
En
sus ratos libres, el herrero se dedicaba a la pintura y era conocido como el
mejor pintor de todo el barrio. El centurión L ... ko, que aún vivía en ese
momento, lo llamó a propósito a Poltava para pintar la cerca de madera de su
casa.
11
-
¿Es este el rey? preguntó el herrero a uno de los cosacos.
-
No, es el mismo Potenkin.
12
¡Cuando
tiene miel, necesita una cuchara!
13
Era
caprichosa como una belleza.
14
El
herrero era un hombre temeroso de Dios y a menudo pintaba imágenes de santos.
15
Sin
embargo, a pesar de todos los fracasos, el astuto diablo no abandonó sus
travesuras. Corriendo, de repente agarró la luna con ambas manos, haciendo
muecas y soplando, lanzándola de una mano a la otra.
16
El
humo caía en mazas y se iba como una nube por el cielo.
17
Cuando
necesites al diablo, ¡vete al infierno! respondió Patsyuk, sin levantar los
ojos hacia él y sin dejar de quitar las albóndigas.
-
Por eso vine a ti, - respondió el herrero, inclinándose.
18
Pienso
y no puedo pensar adónde ha ido mi mente
19
Es
un deleite eterno que purifica el alma.
20
Pero
el triunfo de su arte fue un cuadro, pintado en la pared de la iglesia en el
atrio derecho, en el que representó a San Pedro el día del Juicio Final, con
las llaves en las manos, expulsando un espíritu maligno del infierno; el diablo
asustado corría en todas direcciones, previendo su muerte.
PELÍCULA.1961.
KINOESTUDIO GORKI.